jueves, 4 de agosto de 2011

historia de un angel 3

                                                 El auto abandonado por sus ocupantes...las calles sumergidas en la oscuridad,
                                                          el frío recorriendo mi cuerpo...¿por que estoy ahí ahora?


 Hace...hace un momento, estaba en el auto contigo, estaba contigo, hablábamos, reíamos, teníamos un viaje tranquilo a casa después de haber ido de compras a el supermercado....


Querido...¿donde estas?¿por que camino por las calles con las luces apagadas? volteo y nuestro auto esta...esta...esta vacío, ¡El auto esta vació!


¡¿Que pasa?! ¡¿Que pasa?!. Miro alrededor mientras sostengo mi cabeza con las manos, siento que se caerá si no la sujeto, aun mirado y corriendo, no veo nada, no consigo ver nada, las calles están apagadas, no hay nadie...estoy sola.


¿Amor donde te has ido?. Camino por la calle a pies descalzos, tengo frío y te necesito, frío, mucho frío y miedo.


Caminando hasta el fondo de la calle, Engel se voltea, al fondo ve el auto que hasta hace pocos minutos compartía con el amor de su vida, el auto prende sus luces e ilumina a la chica , ella ve el automóvil a lo lejos, corre a verlo, el camino se hace cada vez mas largo, se vuelve infinito, Engel comienza a cansarse, cuando, en una pisada siente que algo se le entierra de lleno en el pie, se tropieza y cae al suelo gimiendo de dolor, sufriendo por las punzadas tremendas que aquel vidrio atravesado en su pie producía.


En el camino aparecen mas trozos de vidrio, un estruendosamente sonido de lata llena la calle vacía y golpea con potencia sus oídos, la hace gritar, al mirar el auto se percata sobre el auto, la luz estaba encendida, pero el auto se encontraba completamente abollado, deformado, con los vidrios completamente rotos y esparcidos en el suelo.


Ella se arrastra, en el camino los cristales se incrustan en su piel, se va acercando al auto, en su mente aparece la imagen de su pololo como un flash, eso le da fuerzas para seguir arrastrándose, sin importar el dolor, cada vez esta mas cerca, mas cerca, estira su mano para poder tocar la rueda delantera del auto, intenta ponerse de pie, pero al apoyar su pie izquierdo recuerda el punzante dolor de el vidrio que lleva clavado en su pie, Engel se sostiene de la parte delantera del auto, asoma la vista para ver el asiento de el piloto , cuando suena una estruendo-rosa bocina de automóvil que invade su cabeza, llena cada rincón con el sonido permanente, siente que se le revientan los tímpanos y cae al suelo de espaldas, los vidrios se clavan en ella mientras se retuerce de dolor en el suelo.


Un flash repleto de imágenes de el ultimo momento...